Los expertos conocedores en robótica e inteligencia artificial estiman que para el año 2040 los robots o muñecas sexuales hiper-realistas estarán ya disponibles para invadir nuestros hogares y sobre todo nuestras habitaciones para proporcionarnos orgasmos programables en cuanto a duración e intensidad. Es muy probable además, que en el futuro mucha gente opte por tener estos humanoides como compañeros y hasta decidan casarse con ellos.
Probablemente las leyes de los países, que siempre se encuentran detrás de las demandas sociales, iniciarán una apertura jurídica y poco a poco permitirán este tipo de uniones. En un futuro podríamos celebrar estas bodas, así como actualmente celebramos la unión matrimonial de los homosexuales, a través de intensas campañas de concienciación a la ciudadanía que utilicen lemas como “los androides también sienten” o “el amor no es solo cuestión de piel”.
Por los momentos, mientras llega ese futuro incierto que para algunos se proyecta como una utopía, en la actualidad las muñecas sexuales, a pesar de no ser tan sofisticadas como los robots, son cada vez más perfeccionadas. Hoy en día se comercializan muñecas sexuales con pestañas y cabello natural, las cuales pueden tener articulaciones y realizar diversas posturas del Kamasutra.
Serán mujeres, y también hombres (¿por qué no?), que no envejecen nunca, cuya principal característica será que tendrán una piel con un tacto muy similar a la humana y están equipados con órganos sexuales, los cuales que pueden producir y mantener una apropiada temperatura. En este sentido, la falta de “calor humano” no es un impedimento para probar y hasta de disfrutar, de estos sofisticados juguetes sexuales. Productos de lujo que oscilan entre los 5.000 dólares (los modelos que serán más sencillos) hasta la exorbitante suma de 25.000 dólares.
- ¿Son las muñecas sexuales realmente una alternativa para el placer?
Esa es una de las interrogantes que se plantearon un conjunto de sexólogos de procedencia estadounidenses y que al parecer, podría resultar factible en un futuro cercano. Entre estos especialistas se encuentra el sexólogo Ian Kemer, quien asegura que pueden crearse muñecas sexuales específicamente para satisfacer las carencias sexuales de los seres humanos y para el aprendizaje sexual.
Kemer considera que existe una necesidad preponderante de arreglar los problemas que afectan a las parejas y sería ideal crear robots capaces de mantener sexo con personas, con la finalidad de que puedan adquirir experiencia antes de mantener relaciones sexuales con otros humanos.
La muñeca sexual sería la versión mucho más avanzada de la muñeca de látex, que contaría con movimientos y expresiones de placer, además de que estos robots también podrían ayudar a aquellos hombres que no tienen una actividad sexual constante.
Muchos de esos especialistas criticaron las duras palabras y la posición del sexólogo Kemer, alegando que como terapeutas no pueden sugerir en la actualidad un sustituto del sexo que sea legal. Por ello, todavía en las esferas locales e internacionales, se sigue debatiendo los pros y los contras de que la inteligencia artificial ocupar ese lugar tan íntimo de los seres humanos.